Emma Green - Tú te lo buscaste


Libro 1
Tengo 24 años, un padre tiránico y un imperio babilónico que administrar. Mi fortuna colosal y mi lindo trasero hacen de mí el mejor partido en Los Ángeles. Si sonrío, todos desfallecen.
Si ordeno, obedecen. Pude haberme llamado Mike, John o William, pero mis cromosomas decidieron otra cosa. Pero me llamo Valentine Cox, soy una mujer que debe imponerse en un mundo de tiburones, y nada ni nadie se resiste a mis encantos.
Al menos hasta la llegada estrepitosa de Nils Eriksen, quien me salvó la vida, convirtiéndola en un caos improbable. Sin cesar, nuestros destinos coinciden, entrechocan, se mezclan, se entrelazan, y nuestros cuerpos sólo quieren imitarlos…

Libro 2
Ella es joven, bella, rica y no se deja pisotear por nadie. Su único problema es él: tan sexy como insoportable…
Una serie a dos voces… ¡irresistible!
***
« – Me gusta tu atuendo–dice, divertido mientras me mira de los pies a la cabeza.
– Si hubiera sabido que me secuestrarían mientras hacía ejercicio, me habría puesto un mini short pegado al cuerpo y un top corto, sólo para tus hermosos ojos– digo irónicamente.
– No me molesta tanto tu ropa pero gracias de todos modos. Tengo una camiseta de repuesto para ti, si quieres…
–No, gracias –me niego.
–¿Porque es muy grande?
– Porque no voy a ponérmela frente a ti.
– Por si lo olvidaste, te recuerdo que ya te he visto desnuda– dice con una pequeña sonrisa que me incomoda.
–Por si lo estabas dudando, te confirmo que eso no volverá a pasar hoy– contesto espontáneamente.
Entonces sí se acuerda de nuestra noche. De mi desnudez. Perfecto, siento que este viaje va a ser largo, muy largo… »

Libro 3
Ella es joven, bella, rica y no se deja pisotear por nadie. Su único problema es él: tan sexy como insoportable…
Una serie a dos voces… ¡irresistible!
***
« – La próxima vez que quieras huir de alguien, evita hacerlo en un auto convertible rojo.
– ¿Porque puede ser que estés cerca en tu hummer caqui que se está deshaciendo? ¡Te vi a tres kilómetros de distancia! –le miento para retarlo.
– Podrías ser buena huyendo, pero mentir no es lo tuyo…– murmura con su voz viril.
– Tengo trabajo– contesto abriéndole la puerta de mi oficina– ¿Quieres que te acompañe a la salida?
– Conozco el camino– dice sonriendo.
– Bonita tarde– declaro regresándole la sonrisa, para ser irónica.
– Una última cosa– dice cuando está en el marco de la puerta, con los ojos clavados en los míos– Quizá podría hartarme de estarte persiguiendo. Esta fue la última vez. Mi trabajo es cuidar de ti. Eso incluye hacerlo en el ascensor y en los pasillos de esta horrible torre, al igual que en las calles concurridas de Los Angeles. Lo haré aunque tú no lo quieras. Te voy a seguir de cerca, Valentine Laine-Cox, así que no pierdas tu tiempo complicando mi trabajo. Te cansarás antes que yo. Recuerda: esto no es un juego. Me están pagando para esto…»
***
Tengo 24 años, un padre tiránico y un imperio babilónico que debo dirigir.
Mi fortuna colosal y mi lindo trasero hacen que yo sea el mejor partido de Los Angeles. Cuando sonrío, la gente se desvanece. Cuando ordeno algo, me obedecen. Pude haberme llamado Mike, John o William, pero mis cromosomas decidieron otra cosa. Me llamo Valentine Cox.
Soy una mujer que debe imponerse en un mar de tiburones y no hay nada ni nadie que pueda conmigo. Al menos esto era así hasta la llegada escandalosa de Nils Eriksen, el hombre que me salvó la vida provocando un caos increíble.
Nuestro destino se enfrenta, se mezcla y se entrelaza sin cesar, y nuestro cuerpo sólo nos pide que hagamos lo mismo…
***
Descubra a los increíbles personajes de las series Los deseos del multimillonario y Abrazados de June Moore que Emma Green hace revivir pero ahora ¡con una doble dosis de placer!

Libro 4
Ella es joven, bella, rica y no se deja pisotear por nadie. Su único problema es él: tan sexy como insoportable…
Una serie a dos voces… ¡irresistible!
***
« – ¿Serás capaz de escucharme?
– Sí.
– ¿De seguir mis reglas?
– Sí.
– ¿De no renunciar?
– Sí.
– ¿De dar todo de ti?
– Sí.
– Nunca me habías dicho tantos « sí », princesa – sonríe el coloso, orgulloso de sí.
– ¿Seguimos hablando de autodefensa? – le susurro al oído. »

Libro 5
Ella es joven, bella, rica y no se deja pisotear por nadie. Su único problema es él: tan sexy como insoportable…
Una serie a dos voces… ¡irresistible!
***
« Nils toma mi rostro entre sus manos y murmura algunas palabras en noruego. Siento como si fuera la primera vez que escucho eso. Debe querer decir algo como « ¡Eres una masoquista, pequeña! » o tal vez una frase que tenga algo que ver con mi pequeño trasero, pero obviamente Nils se niega a traducirla. Intento memorizar las palabras fonéticamente, pero pierdo el hilo cuando me besa apasionadamente. Método infalible.
Sin embargo, me acuerdo perfectamente del « Yayeu soulfeume » que repite a menudo. Aprovecho para pedirle al mesero que nos toma la orden que me lo traduzca. El rubio delgado se tarda un poco en entender su idioma con mi acento francés, pero termina por comprender. Y suelta una risa estridente.
– ¿Quiere decir « Jeg er sulten »? Es la frase que más escucho en mi profesión:« ¡Tengo hambre! »
– Ahora comprendo – suspiro mirando al ogro rubio sentado frente a mí.
Todas mis esperanzas se derrumban. Debí haberlo imaginado. « Hambre » es la primera palabra que el bebé Nils debe haber pronunciado cuando aprendió a hablar. Justo antes de « patata », « bistec » y « más ».
– ¿Qué esperabas? ¿Palabras de amor? – sonríe mi Vikingo alzando los hombros y con una mirada indescifrable.»
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Tengo 24 años, un padre tiránico y un imperio babilónico que administrar. Mi fortuna colosal y mi lindo trasero hacen de mí el mejor partido en Los Ángeles. Si sonrío, todos desfallecen. Si ordeno, obedecen. Pude haberme llamado Mike, John o William, pero mis cromosomas decidieron otra cosa. Entonces me llamo Valentine Cox, soy una mujer que debe imponerse en un mundo de tiburones, y nada ni nadie se resiste a mis encantos.
Al menos hasta la llegada estrepitosa de Nils Eriksen, quien me salvó la vida, convirtiéndola en un caos improbable. Sin cesar, nuestros destinos coinciden, entrechocan, se mezclan, se entrelazan, y nuestros cuerpos sólo quieren imitarlos…

Libro 6
Ella es joven, bella, rica y no se deja pisotear por nadie. Su único problema es él: tan sexy como insoportable…
Una serie a dos voces… ¡irresistible!
***
« Corro para tomar mi iPhone y marco el teléfono de Nils. Sólo él puede ayudarme a respirar de manera normal de nuevo. En cuanto se escucha el primer tono, me contesta.
–¿Hay algún problema? –me pregunta con su voz profunda.
–Sí. No. Yo… ¡Llévame lejos de aquí! ¡A los fiordos! –le suplico.
–¿Te dieron una mala noticia? –pregunta entendiendo lo que pasa.
–La asamblea de accionarios quiere ver rodar mi cabeza…–respondo suspirando.
La puerta de mi oficina se abre bruscamente, rebelando la inmensa silueta de un guerrero nórdico listo para atacar.
–¡Primero tendrán que pasar sobre mi cadáver! –gruñe Nils entrando a mi oficina.
–Rayos…–murmuro levantándome de mi asiento– Mi G.I. JOE acaba de llegar. ¡Los accionarios se pueden ir al demonio!
Atravieso mi oficina a toda velocidad, empujo al gigante contra la puerta y luego me pongo sobre la punta de los pies. Mi boca ataca la suya. Voraz, desenfrenada y desesperadamente. Cuando se acaba nuestro beso, pues hay que respirar, mi guardaespaldas dice una vez más las palabras que necesito escuchar:
–No tengo nada de un hombre de negocios, princesa, pero puedo aniquilar a unos cuantos… »
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Tengo 24 años, un padre tiránico y un imperio babilónico que debo dirigir. Mi fortuna colosal y mi lindo trasero hacen que yo sea el mejor partido de Los Angeles. Cuando sonrío, la gente se desvanece. Cuando ordeno algo, me obedecen. Pude haberme llamado Mike, John o William, pero mis cromosomas decidieron otra cosa. Me llamo Valentine Cox. Soy una mujer que debe imponerse en un mar de tiburones y no hay nada ni nadie que pueda conmigo.
Al menos esto era así hasta la llegada escandalosa de Nils Eriksen, el hombre que me salvó la vida provocando un caos increíble. Nuestro destino se enfrenta, se mezcla y se entrelaza sin cesar, y nuestro cuerpo sólo nos pide que hagamos lo mismo…

Libro 7
Ella es joven, bella, rica y no se deja pisotear por nadie. Su único problema es él: tan sexy como insoportable…
Una serie a dos voces… ¡irresistible!
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«-Me preparo para casarme y satisfacer el deseo de mi padre moribundo… y demostrarle que lo amo -digo a toda voz, dándome cuenta hasta qué punto la situación puede parecer aberrante.
Un destello extraño atraviesa los ojos entornados del vikingo. ¿Pena? ¿Ira? ¿Decepción? Seguramente una mezcla de todo.Se incorpora repentinamente y se aleja de mi escritorio para acercarse a mí, o a la salida.
-No he venido para hacerte cambiar de opinión, Valentine.
-¿Ni siquiera un poquito? -Mi última frase parece un chillido debido a mi voz mal impostada, un poco rota. Estar en presencia de este hombre, de su fuerza, de su aura, me trastorna. Me revuelve la cabeza. Me derrite el corazón.Si solamente no estuviera tan enamorada de él…
-Es tu decisión. Yo la respeto, no tengo otra elección, -murmura deteniéndose a un metro de mí.
Doy un paso hacia él, su perfume viril me envuelve. Otro paso y mi piel lo reclama un poco más. Un tercero y él tiende una mano hacia mí, para impedirme avanzar más.
-Princesa… ¡Maldita sea! ¿A qué estás jugando?
-No estoy jugando…
-Vale. ¿Qué estás haciendo entonces? -gruñe, amenazante.
-Olvidemos todo. Sólo por esta vez…
-Detente… -insiste.
Su mano me prohíbe acercarme, pero su mirada y su voz me dictan lo contrario. Entonces lentamente, con pasos sigilosos, me acerco y llevo la palma de su mano a mis labios. Beso su piel suave, sus dedos, luego me lanzo a su boca. Entre sus labios, suspiro:
-Una última vez.»
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Tengo 24 años, un padre tiránico y un imperio babilónico que debo dirigir. Mi fortuna colosal y mi lindo trasero hacen que yo sea el mejor partido de Los Angeles. Cuando sonrío, la gente se desvanece. Cuando ordeno algo, me obedecen. Pude haberme llamado Mike, John o William, pero mis cromosomas decidieron otra cosa. Me llamo Valentine Cox. Soy una mujer que debe imponerse en un mar de tiburones y no hay nada ni nadie que pueda conmigo.
Al menos esto era así hasta la llegada escandalosa de Nils Eriksen, el hombre que me salvó la vida provocando un caos increíble. Nuestro destino se enfrenta, se mezcla y se entrelaza sin cesar, y nuestro cuerpo sólo nos pide que hagamos lo mismo…

Libro 8
Ella es joven, bella, rica y no se deja pisotear por nadie. Su único problema es él: tan sexy como insoportable…
Una serie a dos voces… ¡irresistible!
***
«Con la ropa empapada pegada al cuerpo, el cabello goteando y la piel brillante, me parece increíblemente bella. Tengo un furioso deseo de besarla, de ponerle mis manos encima, de sentarla a horcajadas sobre mí, de estrujarla y de llenar este coche de vaho. Pero Valentine tiene también la mirada hacia el vacío, sus músculos tiemblan, sus dientes castañean a pesar del calor de este principio de junio. Y me pregunto si sabe lo que hace, a dónde va, qué quiere realmente. Me siento incapaz de calentarla, tranquilizarla, acallar todos los malditos tormentos que parecen agitarla. Ni siquiera sé si eso es lo que espera de mí. Y detesto eso. No controlar nada.
–¿Qué necesitas, princesa? -pregunto con mi tono tranquilo.
–No lo sé.
Mierda. Pensé que sólo respondería «A ti». Parece ser que no soy tan indispensable como creía. Regresa a la tierra, Eriksen. No eres su salvador. Solo el hombre que estuvo en el momento y lugar indicado.
–¿A dónde te llevo?
–Decide tu -dice alzando los hombros.. ¿A la Isla Mauricio? ¿Al Polo Norte? Lejos de aquí, solo eso…
–Vale. He dejado mis perros de trineo en casa. Y no conozco a ese Mauricio del que hablas. Pero tengo una casa de madera que podría gustarte, en medio de la nada, entre las montañas y un lago.
–Isabella Lake… – murmura como si el recuerdo de la casa que visitamos juntos le viniera a la mente. Ella me mira y por fin sonríe. Sus ojos negros recuperan su luz y sus pómulos recobran un poco de color. Y enciendo el coche. –Llévame a tu gran secuoya, Cromañón…»
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Tengo 24 años, un padre tiránico y un imperio babilónico que debo dirigir. Mi fortuna colosal y mi lindo trasero hacen que yo sea el mejor partido de Los Angeles. Cuando sonrío, la gente se desvanece. Cuando ordeno algo, me obedecen. Pude haberme llamado Mike, John o William, pero mis cromosomas decidieron otra cosa. Me llamo Valentine Cox. Soy una mujer que debe imponerse en un mar de tiburones y no hay nada ni nadie que pueda conmigo.
Al menos esto era así hasta la llegada escandalosa de Nils Eriksen, el hombre que me salvó la vida provocando un caos increíble. Nuestro destino se enfrenta, se mezcla y se entrelaza sin cesar, y nuestro cuerpo sólo nos pide que hagamos lo mismo…

Libro 9
Ella es joven, bella, rica y no se deja pisotear por nadie. Su único problema es él: tan sexy como insoportable…
Una serie a dos voces… ¡irresistible!
***
«–¿Esta vez no te rendirás, verdad? –me pregunta con su voz ronca–. ¿Incluso si te digo que voy a ver a No-Name y que quiero que estés los más alejada posible de ese tipo?
–Me he portado bien, Nils, –le recuerdo–. Demasiado bien. Necesito moverme…
–Entonces prepara tu maleta. –suspira mirando el reloj–. Nos vamos en treinta y siete minutos.
–Ya está lista. –le confieso–. Decidí que me llevarías o te seguiría sin que te dieras cuenta…
–Ahora eres una princesa a la fuga… –refunfuña tomándome en sus brazos.
Nils posa las grandes palmas de sus manos sobre mi vientre redondo y me besa el cuello.
–Por cierto, ¿a dónde vamos?
–Al desierto. – dice su voz profunda–. »
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Tengo 24 años, un padre tiránico y un imperio babilónico que debo dirigir. Mi fortuna colosal y mi lindo trasero hacen que yo sea el mejor partido de Los Angeles. Cuando sonrío, la gente se desvanece. Cuando ordeno algo, me obedecen. Pude haberme llamado Mike, John o William, pero mis cromosomas decidieron otra cosa. Me llamo Valentine Cox. Soy una mujer que debe imponerse en un mar de tiburones y no hay nada ni nadie que pueda conmigo.
Al menos esto era así hasta la llegada escandalosa de Nils Eriksen, el hombre que me salvó la vida provocando un caos increíble. Nuestro destino se enfrenta, se mezcla y se entrelaza sin cesar, y nuestro cuerpo sólo nos pide que hagamos lo mismo…