Violeta acaba de cumplir treinta años cuando su estable vida en Barcelona se desmorona y tiene que volver a su pueblo, a vivir de nuevo en casa de su madre.
Samantha, la voz de su conciencia, la machaca constantemente intentando que de una vez por todas haga y diga lo que piensa y siente realmente.
En esta nueva etapa, Violeta tendrá que afrontar la irresistible atracción que despierta en ella un antiguo amor del que huyó hace más de nueve años y que ahora es un hombre casado. Los trabajos imprevistos en una granja o en una tienda de embutidos, la búsqueda de su media naranja de forma desesperada o la aparición de un misterioso y atractivo artista harán de la vida de Violeta una montaña rusa de emociones.