Quedé un tanto sorprendida de mi reacción. Era la primera vez que iba a follar con un cliente sin importarme el dinero. ¡Qué me estaba pasando! ¿A mis años buscaba otra cosa? ¿Quizás buscaba el amor de entrega total sin condiciones? No lo sabía, pero segura estaba que en lo mental; ya no era aquella Manolita ambiciosa que llegó a lo más alto de esa sociedad machista...